Gris. Gris la tarde. Gris el horizonte.
Gris mi corazón.
Gris tu mirada, esa que paralizó todos mis sentidos.
Uno a uno.
Fatal Nirvana de sentimientos.
Grises tus caricias, frescas y aterciopeladas.
Grises tus besos, que aún hoy congelan mi alma.
lunes, 15 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario